martes, 22 de diciembre de 2009

Juego Peligroso Capitulo 13:

CAPITULO 13:

No llegamos muy tarde a mi casa, pero ya era de noche, algo que no me gustó. Pasamos todo el camino sin dirigirnos la palabra, ya que despues de lo que habia pasado en su casa yo no seria capaz de hablar con el. Todo en la casa estaba a oscuras, lo que queria decir que mi padre no habia llegado todavia. Tenia miedo de que viniese esta noche a dormir, porque si nos atacaban yo no le podía proteger. Matt se fue cuando vio que habia entrado en casa, y me quede observandole hasta que su coche desaparecio de mi vista. Cerre todas las ventanas y las puertas posibles con cerrojo para estar a salvo, y me relaje tomando una taza de té en la cocina y despues dandome una ducha bien fria. Necesitaba asimilar todo lo ocurrido ese dia: las pequeñas incisiones que tenia en el cuello, lo de los vampiros, el beso.....

El beso. Aquel beso que me habia echo sentir en el cielo, en el paraiso. No se porque paso, ni porque el lo permitio, pero paso. Nunca antes habia sentido eso, aunque ya hubiese tenido algun que otro novio, pero ninguno era como Matt. Sentia algo en su interior que me hacia sentirme maravillosamente bien. Y ningun beso habia sido tan profundo y apasionado como el suyo.

Me quede embobada pensando en aquello un buen rato en el baño, hasta que me di cuenta de la hora que era y sali rapidamente. Tenia que dormir algo. Puesto que no tenia ninguna gana de comer, me dirigi a mi habitación directamente. Me puse un camison y me fui a mi espejo a peinarme. Por suerte, todas las demas luces de la casa estaban apagadas, porque de repente oi un ruido como si alguien estuviese entrando en ella. Estuve a punto de chillar para comprobar si era mi padre, pero me aguante debido a que podía ser una trampa. Despues de todo lo sucedido, nada me extrañaria mas. Me quite las zapatillas para no hacer ningun ruido, apague la luz de mi cuarto y sali de puntillas hacia el pasillo, asomandome a la barandilla de la escalera lo suficiente como para saber quien estaba en mi casa y para que no me viesen.

-Busca a la chica, debe estar por aquí cerca. Yo me encargare del segundo piso, tu dedicate a mirar en la planta principal y el garaje. Despues echale un vistazo al jardin. La chica debe de estar aquí ya.

-Está bien, jefe. Ya voy.

No podía ser, era el “hombre”, por decirlo de alguna manera, que me habia atacado en aquel callejon. Pero de repente cai en la cuenta de algo, era un vampiro. Los vampiros se suponia que no podían entrar en las casas de los demas sin ser invitados. A menos que eso tambien fuese falso. Entonces, me acorde de lo que me habia dicho Matt en su casa: “esto no es como lo que tu entiendes por vampiros”.

Tal vez este mito tambien era falso, lo que era una opcion menos para escapar. Me meti rapidamente en mi habitación para que el vampiro que subia, el que parecia mas peligroso no me viera. Por suerte, mi dormitorio era el ultimo en el pasillo. Le oi registrando cada habitación, hasta que ya andaba cerca de la mia. Recé para que no me encontrara, cuando, de repente, me di cuenta de que la ventana estaba abierta. Podía escapar por alli, o por lo menos esconderme. Rapidamente salte por la ventana, y llegue al alfeizar donde no podía verme cuando entro en mi habitación. Los latidos de mi corazon iban a cien por hora, y supe que no habia servido de nada. La respiración entrecortada me delataria. Cerre los ojos con fuerza, a punto de llorar, cuando de repente, una mano me cogio de repente por el brazo y me subio hasta el tejado. Acto seguido, me puso la otra mano en la boca ya que estaba a punto de gritar. Me sujeto con fuerza y sin hacer un solo ruido mientras me decia: “no te muevas ni hables, si no, te encontrara”. Aquellos minutos se me hicieron eternos, y los utilice para analizar al individuo que me habia salvado: parecia alto, ya que estaba sentado y no podía estar segura; era guapo, guapisimo, tenia el pelo castaño claro y un poco largo, aunque nada en comparacion con Matt, ya que este chico vestia muy elegante. Tenia los rasgos de la cara muy marcados, y estaba muy palido y frio; tambien tenia unos ojos penetrantes, como ninguno de los que hubiese visto antes, tampoco comparados con los de Matt. Eran verdes, de un verde muy particular, no lo habia visto nunca. Era como si en ellos se reflejase un campo en plena primavera. Me volvi a quedar embobada, pero esta vez mirandole los ojos, hasta que giro la cabeza para tumbarme encima del tejado. Supuse que el otro vampiro andaba por el jardin y que notaria mi sombra. Para cuando me quise dar cuenta el chico que me acababa de salvar la vida habia desaparecido. Aun asi, espere otro buen rato tumbada en las tejas hasta que hube comprobado que el peligro habia pasado. Me disponia a levantarme ya para intentar saltar de alli sin matarme, cuando escuche de nuevo las mismas voces que dentro de la casa:

-¿Has encontrado algo?

-No, señor. El primer piso y el jardin estan vacios. Tampoco hay nadie en el garaje, ni siquiera hay coches. Tal vez la chica esta fuera, o no ha vuelto todavia.

-Tampoco hay nadie en el segundo piso. Tendremos que esperar a que llegue – la sangre se me helo cuando dijeron eso, ¿iba a tener que estar en el tejado toda la noche? - vamos a volver con la chica.

-Pero tal vez no va a venir esta noche. Oi que algunos alumnos habian echo un intercambio y se iban una semana fuera de Estados Unidos, seguramente por eso no estará aquí. Ademas, todavia queda tiempo hasta el dia del ritual, todavia podemos buscarla otros dias.

El otro vampiro, que no parecia muy listo, añadio: “esta bien, vamonos de aquí, ya volveremos otro dia”.

Ya se iban cuando yo me asome un poco mas, y vi que el chico joven que acompañaba al vampiro era el que me habia salvado. ¡pero eso no tenia sentido! ¿Si me queria matar, porque habia impedido que me descubriesen y habia mentido a su jefe diciendo que no estaba?¿era el acaso un vampiro? No entendia nada, solo que las cosas iban a peor. Por miedo a que se cayese una teja que les alertase de que estaba alli, espere a que montasen en el coche donde se supone que habian venido y que desapareciese de mi vista. Entonces, baje muy despacio por una de las vertientes del tejado que daba al balcon de la habitacion de mi padre, ya que no me podía tirar directamente al jardin, la altura desde donde yo estaba era muy alta y si me tiraba me mataria. Me baje con sumo cuidado al balcon, y aunque me pegue un buen golpe, mi brazo malo no sufrio mucho. Maldije en silencio cuando me di cuenta de que habia cerrado tambien la puerta que daba a ese balcon. ¡Mierda! ¿Ahora como iba a entrar? Tenia que dar toda la vuelta a la casa para volver a entrar por la ventana de mi habitación, que era la unica que me habia dejado abierta, si es que el vampiro no la habia cerrado, pero tenia que probar. Asi que sali con cuidado del balcon para no caerme y llegar al alfeizar. Fui muy despacio, algo que me parecio interminable. Tenia que ir con mucho cuidado ya que como mirase hacia el suelo, me caeria. Por fin llegue a la otra parte de la casa, que daba a mi ventana. Ahora el problema era darme media vuelta sin caerme, sujetarme a la ventana y subir por ella. Me costo lo suyo, pero, por suerte para mi, la ventana de mi cuarto seguia abierta, gracias a dios. Por fin subi, y lo primero que hice fue llamar a Matt para que viniese inmediatamente. Necesitaba hablar con el.

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